Torre de Babel

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jueves, 5 de junio de 2014

Fuentes de inspiración

En este artículo querríamos simplemente mencionar un par de revistas de traducción para los más interesados, aficionados y apasionados de la traducción o simplemente a las curiosos, y algunos blogs, que fuimos leyendo o siguiendo y que nos parecieron muy interesantes, otros muy divertidos y algunos instructivos. Os dejamos aquí una lista y de verdad os animamos a que los consultéis. Muchos de ellos son hechos por profesionales de la traducción y merece la pena dedicarle algunos minutos porque muchas de las revistas y blogs son herramientas muy útiles a la traducción sobre todo para los estudiantes y futuros traductores e incluso para los traductores cuando se trata de especializarse en una disciplina en concreto. Y para los que no practican la traducción, también puede servir porque al fin y al cabo la lengua nos reúne a todos.



Algunas revistas: 











En cuanto a los blogs, os proponemos : 
















Os deseamos una buena lectura y esperamos que os sea tan útil, agradable e enriquecedor como lo fue para nosotras. Y también querriamos añadir que a lo largo de todos estos artículos que hemos ido comentando y argumentando. Podemos decir que hemos ido tejiendo la esencia de la traducción escrita en nuestro espacio social. Pero la traducción no existe únicamente en el ámbito escrito. Ni podemos entenderla ya como materia reservada únicamente a los profesionales traductores.
Todo ser humano es un traductor en el sentido metafísico de la palabra. Toda persona es potencialmente capaz de traducir. De hecho, lo hacemos todos de manera inconsciente. Aunque es cierto de que no lo entendemos como una traducción sino como una  interpretación. 

martes, 3 de junio de 2014

Ideas preconcebidas sobre los subtítulos


Ya hemos comento en una entrada las ideas preconcebidas sobre el doblaje, nos queriamos ahora detener en las ideas preconcibas de los subtítulos, porque al fin y al cabo doblaje y subtitulos estan siempre vinculados. 

los subtítulos, parece que ganan más la confianza de los espectadores, porque al ser algo escrito parece que recoge todas las sutilidades de la lengua. Pero al igual que el traductor, no siempre puede recoger todo de manera equivalente. Habrá cambios en la lengua de llegada o se omitirá ciertas cosas. Los subtítulos no siempre pueden recoger todo lo que dicen los personajes de un producto audiovisual. El traductor que no tenemos que olvidar es un ser humano, y, también tiene sus limitaciones y no puede leer más de un determinado número de caracteres por segundo. Esto provoca que los subtítulos, en muchos casos, tengan que sintetizar o, incluso, omitir parte de la información que dicen los personajes. Además, hay que admitir que es realmente complicado enterarte de todo lo que ocurre en la pantalla si tienes que estar constantemente leyendo los subtítulos. Con eso, venimos a decir que los subtítulos también tienen sus defectos, al igual que ocurre con el doblaje.


Otro problema ocurre es la traducción de un acento, de la voz de un personaje o incluso un título de película. Cojamos por ejemplo la película de animación “Cars 2”, el problema residía en doblar la voz del personaje Mater el cual tenía un acento típico del sur de Estados Unidos. “Mater es un campesino del sur, pero eso no significa nada en otros países porque no conocen esa entonación”, dijo Rick Dempsey, vicepresidente de Disney a cargo de voces de personajes. “Por eso tuvimos que descubrir cuál región de Alemania, por ejemplo, tiene una mayor población inculta, pero sin ofender”.







Esto suele ocurrir muy a menudo, y es un problema recurrente, al igual que la traducción de títulos de películas del inglés al español, que muchas veces pierde su sentido inicial, o se le da otro significado, quizás por ser más idiomático pero el problemas es que la traducción de origen se pierde como ya lo hemos visto en una entrada anterior. Como por ejemplo en el caso de “Mi pobre angelito” que aunque sea un clásico en el idioma español la verdadera traducción, o por lo menos la más aproximada hubiera sido “Solo en casa” o incluso con la trilogia americana "Very Bad Trip". 



 Twentieth Century-Fox Film Corporation


 Para resumir, podemos ver cuantos estereotipos hay a propósito del doblaje y subtítulos, y a veces con razón, pero no siempre. Hay que recordar que se hace un trabajo de traducción y que no siempre se puede aproximar al sentido inicial.  

Artículo de referencia



Pensamientos sobre la traducción


La traducción siempre ha despertado mucho interés. Incluso los filósofos antiguos ya hablaban de la traducción. La traducción se ha estudiado desde diferentes perspectivas. Una de ellas se integra directamente en la didáctica y la manera de aprendizaje de una lengua extranjera. Estamos hablando de la enseñanza tradicional donde para la adquisición de una lengua segunda la metodología se basaba en la traducción. Se daba más importancia al aprendizaje escrito que al oral. Desde luego esta metodología es muy diferente a la que se practica actualmente en los centros donde se enseña una lengua extranjera. Ahora se trata de que un estudiante trate de desarrollar las cuatro competencias que requiere el Cuadro Europeo Común de Referencia. No obstante, el método de la traducción aún persiste y se emplea en didáctica. Esto subraya la importancia que es el conocimiento de la técnica de traducción.


Decíamos al principio que la traducción era un afluente de diferentes pensamientos. Os exponemos en el siguiente enlace algunas citaciones protagonizadas por personas vinculadas al ámbito de la filosofía y de las letras que nos hacen reflexionar y a veces soñar. 



Los límites de la traducción del humor

Los chistes se basan muchas  veces en perjuicios sociales, raciales, culturales. También se centran en estereotipos de nacionalidades diferentes, etc. Trataremos de identificar algunos de ellos así como el problema que se deriva de ellos a la hora de la traducción.










El humor procede de muchas y diferentes ramificaciones. Pero la base de toda germinación humorística es el reflejo burlesco de la sociedad existencial. Veamos pues, algunos ejemplos:








- El humor es un instrumento que sirve a mujeres morenas y rubias para incentivar la tensión y rencillas de estos dos cánones de belleza.





- Pues me han dicho que las rubias en la cama son mejores que las morenas.
- Nah, no es cierto, mi esposa se ha teñido varias veces y no hay ninguna diferencia.




- Los chistes que crean tensiones  sociales, religiosas y culturales. Esta clase de chistes encontraran diferentes puntos de vista dependiendo de cada persona. Es posible que alguien pueda hacerse la pregunta: “¿Dónde está el chiste? ”







- También tenemos el juego de palabras resultaría imposible traducirlo. Porque justamente los sonidos consonánticos y los efectos que puedan causar no son semejantes a las de otras lenguas. No poseemos el mismo repertorio de homónimos entre diferentes lenguas.

—¿Cuál es el colmo de un panadero?
—Tener un hijo baguete.






- Se puede jugar con el significado de las palabras a nivel semántico.

—¿Sabes? Soy vidente, y por 10 euros te digo el futuro.
—¿10 euros? OK.
—Yo seré vidente, tú serás vidente, él será vidente...


- También se puede jugar con el humor de la polisemia contextual. En la que receptor e interlocutor no comparten la misma situación comunicativa. Esto propicia de alguna manera un “diálogo de sordos”.

Un empleado entra temerosamente en el despacho de su jefe y le dice:
—Discúlpeme, jefe, pero es que hace tres meses que no cobro.
—Nada, nada, hombre. No se preocupe, está disculpado.

- Otros chistes juegan con expresiones idiomáticas y su pragmática.

 Madre con el niño:
¿Por qué no comes, dijiste que estas con hambre como un lobo?
-¿Has visto un lobo a comer espinacas?




- Traducir el humor resulta complicado por varias razones:


Primeramente porque toda persona  reacciona de manera diferente  ante una situación determinada. Todos poseemos diferentes criterios de dónde termina el humor y comienza la ironía, la sátira o peor aún, la falta de respeto. 

domingo, 1 de junio de 2014

Las cualidades básicas del buen traductor

Como estamos en contacto con amigos y estudiantes que quieren dedicarse a la traducción nos pareció apropiado hacer esta entrada y aprovechar este blog para poner de realce las cualidades  que debe tener un futuro traductor, porque suelen atenazar a los que quieren estudiar o dedicarse a la traducción, y porque no saben cómo funciona esto, ni si se les dará bien. Muchas de las preguntas que llegan son si se puede estudiar Traducción sin tener un buen nivel de español o sin conocer otro idioma extranjero aparte del inglés, si se puede mejorar el español a lo largo de los años de estudio, si puede ser contraproducente ser ansiosa y aislada y si esta profesión requiere grandes dosis de capacidad comunicativa cara a cara. En resumen, ¿qué cualidades debe tener un estudiante de Traducción o un traductor profesional?

Empecemos por el principio, por lo básico, obvio y elemental: un traductor o estudiante de Traducción debe conocer, como mínimo, una lengua extranjera y su propia lengua materna. Esta afirmación puede parecer una evidencia o detalle, pero lo cierto es que muchas veces, los estudiantes o traductores noveles no son del todo conscientes de lo que eso significa realmente y es habitual que cometan dos errores: creer que en la carrera aprenderán el idioma del que quieren traducir y, lo que es peor, olvidar que conocer su propia lengua materna a la perfección es tanto o más importante que tener un buen dominio del idioma extranjero en cuestión.

En cuanto al primer punto, hay que tener muy claro que la carrera de Traducción no es un curso para aprender inglés, francés, alemán o chino; su objetivo, en principio, es que los alumnos aprendan a traducir, por lo que la lengua B (la primera lengua extranjera, la lengua de la que uno traduce principalmente) ya debe venir aprendida de casa. Dicho de otro modo: se espera que el alumno ya tenga un cierto nivel de su lengua B para poder superar la carrera. Entrar, por ejemplo, en traducción de alemán sin tener ni idea de alemán es una garantía de sufrimiento y, en última instancia, si el alumno no se pone muchísimo las pilas para alcanzar el nivel requerido, fracasa. Los años de estudios de la carrera, sirven para que el estudiante perfeccione su lengua de trabajo, no para que la aprenda desde cero. No sucede lo mismo con las segundas y terceras lenguas extranjeras (lenguas C y D), sobre todo si son idiomas raros o exóticos, en cuyo caso sí se suelen impartir desde el nivel más básico. No obstante, no hay que perder de vista que el nivel que se necesita para traducir un idioma es muy alto y ese nivel, en el caso de las lenguas C y D, no se alcanza en cuatro años de carrera (menos aún si se trata de idiomas como el japonés o el chino), por lo que se requerirán varios años más de esfuerzo y trabajo aparte si el alumno quiere llegar a traducir dichas lenguas.

En cuanto al segundo punto, no hay peros que valgan: saber traducir (bien) pasa inevitablemente por saber redactar a la perfección en tu lengua materna. Si no se te da bien escribir, si no conoces tu lengua materna en profundidad, mejor que dediques a otra cosa, porque por muy bien que entiendas el texto original, jamás podrás producir un texto de destino de calidad. Es un error creer que ser hablante nativo de un idioma te permite automáticamente traducir a ese idioma. ¿Acaso ser capaces de correr nos convierte automáticamente en campeones de atletismo? Y es que dominar el español no significa solo saber dónde poner las tildes, sino también cómo usar adecuadamente las mayúsculas y las minúsculas, las cursivas o los signos de puntuación, tener un léxico rico y una expresión fluida, saber cómo utilizar la lengua en cada situación y contexto; en definitiva, estar al día de todas las normas gramaticales, ortográficas, de tipografía y de estilo del idioma, o conocer las fuentes de consulta adecuadas para resolver las dudas que tengamos (aunque tampoco se pueden conocer todas). Parte de ello se aprende en la carrera, pero se trata de una tarea de actualización, aprendizaje y perfeccionamiento constantes a la que debemos prestar atención durante toda nuestra vida de estudiante y profesional.

Esto se añade con otras de las cualidades que ha de tener un buen estudiante de Traducción o traductor profesional: curiosidad y capacidad autodidacta. En una profesión en la que se manejan textos de todo tipo y en la que es recomendable especializarse y reciclarse para no quedarse estancado y obsoleto, tener ganas de aprender y saber hacerlo por tu cuenta es fundamental. Informática, audiovisual, finanzas, medicina u otras especialidades…: los ámbitos en los que puede y debe formarse un traductor para mejorar sus habilidades y el servicio que ofrece son casi infinitos. El traductor es, literalmente, un profesional hecho a sí mismo, porque no le queda más remedio. Si él no se mueve, nadie va a venir a moverlo.

En conclusión, esta es una profesión para gente independiente y con empuje, perseverante, paciente y disciplinada, entre otras muchas cualidades. Nos todos estamos hecho para la traducción, por eso uno siempre debe preguntarse qué cualidades tienen y si realmente valen para esta carrera y oficio. Porque pensamos que más allá de una carrera es una filosofía de vida.