Por Danilo
Nogueira and Kelli Semolini
Según los
famosos traductores brasileños Danilo Nogueira y Keli Semolini, existe 12
maneras de mejorar una traducción, ya que sirva para un traductor profesional o
un estudiante, hemos pensando que la visión de dos profesionales de la traducción
podría ser interesante e instructivo para complementar nuestros conocimientos
de la traducción y que errores o costumbres se pueden mejorar.
Evitar la adaptación
Aquí aconsejan repasar cada frase una por una antes de publicar o
entregar un trabajo. Pero sobre todo hay
que empezar la traducción traduciendo frase por frase como si la traducción fuera
instantánea.
Guardar una lista de “tus errores
favoritos”
Palabras
como “principio” o “principal” pueden engañar al traductor. A eso le llamamos
falsos amigos. Si a lo largo de tu traducción ya te ocurrió que te confundieras
con tal o tal palabra, mejor que guardes una lista de tus “errores favoritos”, con todas las
palabras susceptibles de crear confusión o error y así ya no las repetirás
tanto.
Comprueba siempre si tu ortografía y gramática son
correctas
Siempre
tienes que comprobar si tu ortografía o gramática son correctas. Aunque pienses
que lo son, tienes que comprobarlo, incluso si redactas tus traducciones en el
ordenar, una falta de gramática, de acento no siempre está señalada, así que
coge una gramática y un libro de ortografía,
compruébalo antes de darlo por hecho. Incluso tienes métodos en el ordenador
que encontraros en el menú de instrumentos.
Cumple con los requisitos de tipografía y puntuación de la lengua meta
Muchas
lenguas tienen requisitos de tipografía y convenciones de puntuación que no
siempre están de acuerdo con la lengua materna y que difieren. Muchos de nosotros
olvidamos esto e imponemos reglas de
idioma nuestro origen que no son válidas para la lengua de llegada.
Por ejemplo
en francés se pone una mayúscula a los gentilicios, en cambio en español no.
Es el
trabajo del traductor comprobar que todo concuerde y que se adapte para que se
retoque lo menos posible a lo hora de entregar una traducción. El traductor
debe ser fiel y aunque parezca detalles no lo son, porque pertenece a cultura
del país.
Nunca uses el “corrector automático”
Puede ser un
gran fallo y error. Un ordenar no es una persona. No detectara todos los
errores porque no conoce las reglas y las sabe aplicar igual que usted.
Controla de manera más atenta y en caso de duda consulte un diccionario o gramática.
No dejes que un idioma domine otro
Durante el
proceso de traducción, no tienes que dejar que una lengua predomine sobre la
otra. En realidad se trata de una tensión, un vínculo incesante entre ambas
lenguas. Un juego que el traductor tiene que saber manejar para que no influye
demasiado la lengua de origen ni tampoco la lengua de llegada.
Cuando la lengua de origen gana
A veces es
inevitable, un idioma predomina, y cuando el que predomina es la lengua de
origen, no siempre estamos siendo fieles.
A veces el
texto es libre de errores de gramática, pero usted puede ver que esto no es el
verdadero problema. Es correcto a nivel gramático, pero se lee de manera
natural. Esto hace la tarea del redactor mucho más difícil, porque es imposible
de demostrar que el texto necesita un cambio. Es más una cuestión de estilo.
Una Buena solucion
a este problea, es ller su trabajo o traduccion en voz alta, varias veces para
asegurarse o comprobar que el texto no parezca falso o que suene demasiado
traducido. Incluso lo podemos leer a otra persona para ver si no le choca demasiado.
Cuando la lengua meta gana
Sin embargo,
es preferible que el estilo sea más fiel a la lengua de llegada al hecho de leerse
con naturalidad. Lo que en francés se llama “la belle-infidèle” preferir un
texto con sentido mejor que con un estilo totalmente apropiado a la lengua
meta.
El único modo
de determinar si una traducción es verdaderamente fiel a la lengua de origen es
comparándolas. En general, un traductor
suele funcionar de dos formas : o lee primero el texto, para comprobar si
alcanzo su objetivo, para comprobar su fidelidad y luego si fluye bien. Otros
lo hacen al revés, primero comprueban si fluye bien y luego se dedican a la
fidelidad del texto lo que no siempre es un buen método, porque habrá a la hora
de entregar su trabajar que corregir muchas formas.
Pero independientemente
de lo que el traductor elije, si fidelidad o estilo, lo primordial es atenerse
a ello porque si no el trabajo nunca acaba y será del todo claro.
Conoce a los
falsos amigos
Se parece a
una regla que ya mencionamos anteriormente, como lo de escribir una lista con
los falsos amigos. Pero no solo los falsos amigos, si no los errores que
vuelven a menudo, un empleo de modo en una determinada estructura etc… Para
evitar los errores hay que controlarlos, conocerlos y casi dominarlos, así cada
vez habrá menos.
Hay que
conocerlo los falsos amigos y en caso de duda nunca emplear dicha palabra,
porque esto desgraciadamente, delata a un traductor poco eficaz.
Se preciso
La precisión
es una gran virtud del traductor, pero a menudo buscamos la precisión en
sustantivos y verbos, mientras que lo que ocurre es que esta precisión se
detenga en adjetivos y adverbios por
ejemplo. Los adjetivos y adverbios son las palabras claves por excelencia, las
pequeñas palabras que ajustan) nuestros pensamientos. Hace años, un editor brasileño
confió a un profesor de colegio local la traducción de un libro de ciencia para
el gran público. Porque al traductor no le gustó lo que él leyó, porque aunque
los sustantivos y verbos estaban correctamente traducidos, los adjetivos y los adverbios casi siempre estaban
mal traducidos.
Hay que
intentar en la medida de lo posible dar una traducción precisa de un verbo, un
sustantivo y no caer siempre en la aproximación.
No caiga en las trampas de las
preposiciones
Es gracioso
ver cuántas veces los traductores caen en esa trampa de las preposiciones. Lo que hace que sea un error muy recurrente es
quizás la falta de intereses o de conocimiento acerca de las preposiciones. En
general una preposición no viene sola, a menudo viene regida por un verbo, o en
una estructura léxica fijada por la lengua. Entonces el traductor solo traduce
el verbo y luego la preposición o la palabra clave de la locución y deja de
lado el significado de la preposición. Para no caer en esa trampa hay que
identificar primero si se considera como locución o si realmente son palabras
sueltas.
Compruebe los encabezamientos y los
pies de páginas
Cuando se
trata de una traducción hecha por ordenador, hay que fijarse muy bien en el
tipo de documento en que viene el texto que traducir y respetar las normas del
texto. Ser fiel a un encabezamiento, a un pie de página, alinear correctamente
un texto, porque incluso puede eliminar palabras. Son detalles que al final
demuestran quién es un traductor minucioso y quién no sobre en el mundo laboral
de la tradccion, un cliente puede fijarse en estos detalles que al final no lo
son y quedar muy insatisfecho.
Controle la ortografía y gramática
una vez más
Antes de la
entrega del trabajo, controle la ortografía y el corrector gramatical una vez
más, solo por seguridad. Nunca lo repetiremos bastante pero es fundamental y
siempre se escapa un error, por eso hay que comprobarlo dos incluso tres veces,
haciendo pausas y volviendo porque a veces llega momentos en que ya no vemos
nuestros errores.
Haga comprobar su trabajo por una
persona ajena, por otro par de ojos
Si usted
trabaja para una agencia, es muy probable que su trabajo sea comprobado por un
redactor. Si usted trabaja para un cliente final, usted debería pedir que
alguien más lea su trabajo. Igual que si es usted estudiante, que un profesor,
un compañero de confianza compruebe su trabajo, un segundo par de ojos
encontrará el error y podrá mejorar su trabajo, lo que puede hacer una gran
diferencia. Pero hay que estar preparado: ningún traductor es un héroe.
Fuente bibliográfica :