Cuando nos
encontramos en el ámbito infantil, donde la fantasía, lo inquietante, lo
verosímil, lo temible, lo sorprendente se confluyen en una majestuosa
elaboración de frases, acciones y personajes debemos, como traductores, volver
atrás en el tiempo. O como dice Rüta Oittinen (2006) : « una de las
claves principales es que el traductor intente sacar su yo infantil
interior para comprender mejor la situación en la que se encuentra el futuro
pequeño lector ». Todo esto implica que la responsabilidad del traductor
sea mayor. Y no bastará con poseer un conocimiento absoluto, no sólo de la
lengua propia y de la original de la obra, sino también de los referentes
sociales y culturales de la misma.
Para tratar este tipo de obras, hay otra cuestión
ineludible y que forzosamente un traductor profesional y consciente de la
sensibilidad de su futuro lector debe considerar. Como por ejemplo, hasta qué
punto debe el término original del libro ser mantenido. De manera general, se
apuesta por ser fiel al texto original y mantener las palabras del texto
vernácula. No obstante, A pesar de esto nos preguntamos que sin las
adaptaciones de mucho clásicos de la literatura como : Blanca Nieves,
Cenicienta, Caperucita roja y muchos más, no habrían llegado hasta las librerías,
ni se hubieran escrito en las listas de libros para comprar en las bibliotecas
ni estarían ocupando un lugar privilegia en las estanterías de la habitación de
los niños.
La adaptación probablemente surgió para tratar de
suavizar ciertos aspectos de la obra original. Si tomamos el ejemplo de
Caperucita Roja, el vino que la niña lleva a su abuela enferma se sustituye por
leche o dulces, así como también se suele utilizar la expresión “no se
encuentra muy bien” para sustituir la palabra “enfermedad” en el caso de la
abuela. En la obra de Jacob and Wilhelm
Grimm (1857) :« Here is a piece of cake and a
bottle of wine. Take them to your grandmother. She is sick and weak »(link 1). Por otro lado, Charles Perrault,
escritor francés de finales del siglo XVII tradujo : « Va voir
comment se porte ta mère-grand : car on m'a dit qu'elle était malade; porte-lui
une galette et ce petit pot de beurre » (link 2) y a partir de esta
traducción de Perrault, es cuando otros traductores de otras lenguas comienzan
a adaptar el vino y el trozo de pastel por un dulce típico de su propio país.
De hecho recuerdo haber oído este cuento muchas veces m y a veces se dice que
lo que caperucita llevaba en la cesta es una tarta de frambuesa, unas
madalenas, una torta de maíz, etc. Por lo tanto, suponemos que la adaptación ha
sido eficaz, enriquecedora y acorde con el elemento socio cultural de cada país
donde se ha traducido esta obra.
También podemos señalar que las acciones del lobo también han sido menguadas para que no
resulten demasiado violentas para los niños.
Otro ejemplo
que podemos señalar es la adaptación que aparece en
el cuento de Alicia en el país de las Maravillas donde
aparece una oruga de color verde. No obstante, en la ilustración de Tove
Jansson aparece de color azul.
Por otro lado, cierto es, que la traducción original
de la terminología culinaria de muchos cuentos infantiles juega un papel
principal, porque puede ayudar a ampliar la visión cultural del niño. Esto contribuye
a que el joven lector adquiera
conocimientos del país desconocido en el que se desarrolla la acción
del cuento. Sin embargo, debemos ser prudentes al mismo tiempo y tratar de equilibrar
la cuestión para no abusar de los extranjerismos.
Lo desconocido justamente representa un puente que
nos conduce a todos los rincones del mundo y del alma y del pensamiento. Todo
esto nos empuja a caminar sobre ese puente maravilloso para llegar al otro lado
y descubrir lo inimaginable. Y para volver al principio de ese puente no
perdemos nunca la ocasión de leer que al fin y al cabo se convierte en un deseo
de leer y de crecer descubriendo.
Mantener la magia de lo
desconocido, los nombres de los personajes, la descripción de los bosques, de
los palacios, de las criaturas, de la comida, de las construcciones de las
casa, de los atuendos de los habitantes de aldeas, todo ayuda a fomentar la
lectura y llenar su mundo de fantasía dentro de una realidad que se llenará
seguramente de más color, ilusión y felicidad.
No perdamos nunca la
curiosidad, y el deseo de leer un nuevo cuento cada día y así abrirse al mundo
fantástico de la fantasía donde la diversidad, belleza y aventura está asegurada.
Concluyamos
diciendo que la Literatura Infantil contiene una característica principal que no es otra que
la claridad. Pero no nos engañemos, cada
traductor posee sus propios parámetros de comprensión de la obra que debe
traducir. En ocasiones se traduce un texto de manera fiel dentro de lo posible
y otras se adapta el texto porque se considera la manera de pensar del joven
lector que cuya realidad cultural es ajena a la que se explica en el libro.
No podemos
dejar de imaginar que sobre la cuestión de oscilar entre la adaptación o
traducción fiel es una brecha abierta de discordancia entre los eruditos de la
materia.
Pero espero
que estemos todos de acuerdo en que no tiene ningún sentido, por ejemplo,
cambiar la hora del té por la hora de la merienda, ni la cena a las siete por
la cena a las diez. Ni traducir scones por
tostadas, ni decir que las casas estaban construidas de madera en vez de paja.
Ayudemos a nuestros jóvenes a tirar a bajo la barrera de la cultura que es sin
duda alguna un reto para cualquier traductor.
Bibliografía :
Oittinen, Rüta : Traducir para niños,
ULPGC Universidad de Las Palmas, gama genérica, 2006.
Lewis,
Alice : In Wonderland and Through
the Looking-Glass, Penguin Books, 1945.
Hola chicas me llamo Eva. Me gusta mucho vuestro blog porque estoy haciendo un master de traducción, y a veces me ayuda para mis trabajos. Muy bonita entrada lo de la literatura infantil. Ánimo a vosotras !
ResponderEliminarMuchas gracias Eva. Nos alegramos de saber que te está siendo útil. Te deseamos moucha suerte en tus studios. Nos has animado mucho y esto nos motiva para seguir trabajando.
ResponderEliminarrecibe un afectuoso saludo.